Si queremos que unos zapatos de baile nos duren muchas milongas, voy a litar unos consejos, que aunque la mayoría son de sentido común, nunca se sabe a quienes les pueden venir bien (sobre todo a aquell@s que empiezan sus primeros pasos en el tango):
* No bailar con ellos en la calle. Tengo una amiga a la que literalmente le salieron agujeros en la suela por bailar con ellos sobre asfalto. Ahora bien, si estás cansada de tus viejos zapatos y quieres esos preciosos que has visto en una tienda, puede ser la mejor excusa del mundo para decirle a tu pareja que necesitas unos nuevos, ya que tus zapatos tienen agujeros de lo viejísimos y desgastados que están (y quizás tengas una sorpresa por tu cumpleaños, Navidad, Reyes, o por vuestro aniversario).
* No bailar en pistas con agujeros donde el tacón se puede quedar clavado y romperse, o peor aún, hacer que nos rompamos una pierna o la cabeza. Es que luego le echamos la culpa al tango....
* No ir con ellos caminando por la calle, también se desgastan o se pueden mojar. Lo ideal es ponérselos en la milonga, pero nunca demasiado cerca de la pista, por si te pisan o le dan una patada sin querer a uno de tus zapatos y tienes luego que buscarlo como loca por debajo de las sillas.
* A veces la lengueta protectora sobre la que apoyas el pie se levanta, lo que yo suelo hacer es limpiarla bien con alcohol, mojar la piel para poder volver a estirarla bien y luego, aplicar pegamento instantaneo pega-todo. Quedarán como nuevos.
* Si son de tela, con un paño húmedo se limpian bien. Si son de ante, con un cepillo te arreglas bien. La piel, con grasa de caballo queda brillante y protegida. Depende de la calidad de la grasa, puedes extenderla con cuidado con la yema de los dedos ya que no mancha.
* Si encuentras algún hilo en tu zapato en los adornos o en la tela del mismo, no hay nada mejor que cortar con la tijera (nunca tirar del hilo) y quemar la puntita con un mechero para asegurarse que no se deshilacha más.
* Cuando son nuevos y todavía no tienen desgastado el tacón, es el mejor momento para reforzarlo y cambiar la tapita del tacón a una más resistente y de otro material, ya que este componente del tacón, aunque el zapato te haya costado 200 euros, muchas veces sigue siendo de plástico.
* Si son de colores, no es mala idea con un esmalte transparente, proteger las zonas más expuestas al roce, para que duren más. Yo utilizo los esmaltes también para arreglar zonas descoloridas, y aunque he de reconocer que es una chapucilla, mejor eso que nada.
* Lo más importante de todo: guardarlos en un lugar seco y limpio. Y siempre en sus bolsitas o en su defecto, bien colocados sobre una superficie, no amontonados en cualquier lugar, donde pueden caerse, rozarse con otros zapatos y estropearse.
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