Poniendo un poquito de humor diremos que la milonga es como un zoo, en el que abundan muchas especies de "animalitos", tal y como sucede también fuera de la milonga. Aqui hablaremos de ellas.
Normalmente en una milonga las mujeres abundan, los hombres
escasean. Para la milonguera más común, bailar es algo así como una
lotería cuando se queda sentada esperando a ver qué sucede. En esta
situación no importa su ubicación, ni si conoce o
no a otros milongueros, simplemente se produce un proceso de
transformación a un ser traslúcido, etéreo, casi invisible. Otras veces
sin embargo, sin saber porqué, ella brilla la que más entre todas. Supongo que esto es debido a la energía que proyecta en cada momento. Este
tipo de milonguera, la más común, es a la que yo llamaré oveja.
La luciérnaga es aquella milonguera, de las que no destaca por su baile, pero que viste de forma
provocativa para llamar la atención de los hombres y tener así más
oportunidades. Creo que en mi vida de milonguera yo me he transformado en casi todos los animalitos y por su puesto a ratos fui luciérnaga cuando aprendía a bailar, pero pronto aprendí que por mucho que enseñes la alas, vuelas cuando tienes que volar.
La leona es reina de la milonga, estupenda bailarina, a quien nunca le faltan invitaciones. No nací de esta especie, pero aún así me gusta admirarlas cuando las veo por la pista.
La loba es esa milonguera que destaque o no por su baile, va siempre en busca de bailarines para invitarles, sin cabeceo alguno, tal y como hacen muchos milongueros cuando se ponen delante de una milonguera y hacen que ella acepte la invitación por compromiso. Son las que menos me gustan y las que más molestas me resultan. Creo que nadie, hombre o mujer, debe imponerse o comprometer a alguien: para eso está el cabeceo, para que ambos elijan.
La serpiente sería la
que espera hasta que ve algo que quiere, y sin ser una loba, usa
tácticas para conseguir que el milonguero que le interesa la invite a
bailar, aunque muchas veces no lo consigue y esas veces termina bailando poco en la milonga. Aquí es donde esté equivocada o no, yo me identifico casi todo el tiempo.
Luego está la mariposa, que sería aquella que viste con colorines, que es muy simpática, y que parece conocer a todas las flores y capullos de la milonga. Creo que a veces me trasformo en algún bichito parecido a la mariposa pero sin serlo, y me retan por ello, ya que me acerco a muchas flores para charlar y luego nunca estoy atenta al cabeceo. Pero nunca podría ser mariposa ya que no es muy compatible con mi personalidad: solo me sale ser simpática con quien me cae bien, y fingir lo contrario no es uno de mis fuertes. Además, aunque
de vez en cuando me pongo algo de color, la única vez que me puse modelito color verde esperanza, debieron de confundirme con
la hierba... porque no bailé casi nada.
Quizás depués de tanto análisis, a lo mejor resulta que soy un camaleón... ¡vaya!
Lo que me has hecho reir.... Supongo que tod@s tenemos días de uno u otro animal.Casi todo el mundo en la milonga es un poco camaleón,aunque lo de los ojos lo dejaremos a un lado.Gracias por tus historietas.
ResponderEliminarJajajajajajajaja!!!! Muy buena la mariposa, que conoce a todos los "capullos" de la milonga, jajajajajaja!!! ;)
ResponderEliminarQué tal el milonguero Halcón? Ese q sobrevuela la pista y caza a placer la presa que más le gusta? Jeje.
Besotes. Cada vez me gusta más leerte.
Jose. (El Jose de siempre ;) )
De milongueros en la próxima Jose.. aunque no hay halcones!! ;-)
ResponderEliminarEl milonguero halcon , tambien suele, entre tango y tango agarrar a su presa por el brazo , la cintura o de donde pueda... no sea que la presa decida darse a la fuga...¿ lo habeis observado?
ResponderEliminarPues va a ser que sí hay...
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