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sábado, 12 de julio de 2014

Buscando una sensación

La gente va a la milonga por muchas razones. Según lo que yo he observado, principalmente hay dos: divertirse y socializar, o buscar una sensación muy especial y definida, aunque a veces es más bien una mezcla de ambas. Pero son etapas. Creo que al principio la gente va para divertirse y socializar, y una vez que descubre la sensación que deja tu alma y tu cuerpo temblando, la sigue buscando como una droga, y ya no se conforma con menos. El ser humano es así.

Los que van solo a divertirse y socializar, suelen ser gente relativamente nueva en el tango, aunque siempre hay excepciones para todo, y no buscan una afinidad concreta en el baile, sino que aprenden a sacar lo mejor de cada persona con la que bailan, disfrutan con todo el mundo. Esta es la etapa más feliz de cualquier milonguer@. Para este grupo, la parte más importante de la la milonga es la parte social y no buscan una sensación que el cuerpo les pide porque no la conocen, o porque la conocen y saben que es muy difícil conseguirla, y cuando lo hacen, lo reciben como un regalo. El punto de inflexión llega cuando empiezan a obtener esa sensación más a menudo, analizan la situación, y se dan cuenta de que la consiguen casi todo el tiempo con gente que baila como ellos o que es más experimentada. Y la clave de todo este asunto es que cuando empiezas, casi todos bailan como tú o mejor, pero a medida que vas siendo más experimentado (siempre y cuando sigas evolucionando en tu baile), hay menos que bailan como tú o mejor. Es lógico, es normal. De esta forma, poco a poco dejan disfrutar de cualquier manera y con cualquiera, y empiezan a anhelar bailar con gente afín a ellos a nivel personal o en cuanto a nivel de baile, gente que les de esa sensación que han conocido y que es la que realmente te engancha como una droga al tango. 

Los que van a lo segundo son gente que por lo general ya ha pasado por la primera etapa hace ya tiempo y se han vuelto algo exigentes e inconformistas. Más intensos, bailan con otros que conocen y con los que saben que van a obtener esa sensación que anhelan, pero también buscan nuevos abrazos que puedan provocársela. Se sienten completos con su vida social y de pareja y seleccionan mucho la gente nueva que incorporan a su circulo social, aunque se relacionen con todos. Rara vez bailan por compromiso. Cuando bailan, lo hacen motivados por un lazo de algún tipo, como es la afinidad o la amistad. No buscan mezclarse con cualquiera porque sí, simplemente por conocer gente y experimentar, sino más bien bailan poco pero seleccionan lo que bailan y con quien: priman la calidad antes que la cantidad. Buscan la compenetración total con la pareja de baile, que es lo que les produce la sensación que tanto persiguen, y aunque no siempre, el nivel de baile de las personas con las que bailan suele ser importante para conseguirlo.

Pero cada milonguer@ es un mundo y cada cual tenemos diferentes motivaciones según nuestra edad, nuestro estado emocional, y nuestra experiencia.