Era sábado y me animé a ir por primera vez a una milonga que no conocía. La había encontrado en internet, y tenía la dirección cuidadosamente escrita en un papel para poder localizarla. Llegué hasta el lugar que indicó el GPS y estacioné.
Empecé a caminar por la calle de un lado a otro, pero aún así el lugar parecía estar escondiéndose de mi. Quizás pasé unas cuantas veces por delante de la entrada sin reconocerla, ya que parecía cualquier cosa menos la entrada de una milonga, pero llegó un momento en el que me convencí que no tenía bien anotada la dirección y regresaba al coche cuando oí una voz: "hey... ¿buscas la milonga?". Me dí la vuelta y me encontré con dos chicos que me indicaron el camino. He de reconocer que sin ellos no hubiera dado con la milonga de ninguna manera. Reconocieron que era milonguera por la bolsa de los zapatos. Y creo que en la calle, cuando no sabes llegar a una milonga pero sabes que estás cerca, lo que haces es precisamente eso... buscar bolsas de zapatos.... ¡y no falla!
Las bolsas normalmente con de tela, pequeñas, justo para guardar el par de zapatos y generalmente muestran el logo de la marca o de la tienda donde los has comprado. Algunos vienen además con bolsas interiores de tela de raso fina, para guardar individualmente cada zapato para que así no se rocen. Yo personalmente los llevo en la bolsa, sin bolsitas individuales, ya que no cuido como debería el calzado. En casa si los guardo en las bolsitas de tela individuales, más que nada porque por falta de espacio van todos a un montón. Pero no me copieis la idea, que yo no tengo remedio, y eso es algo que no deberíais hacer si quereis cuidar bien vuestros zapatos. Ya os comentaré en otra entrada del blog como deberíamos mimarlos.
Para los que no soleis ir a las milongas, los milongueros tenemos la costumbre de ir con calzado de calle a la milonga, luego una vez allí, sacamos nuestra bolsa de zapatos de baile y nos los ponemos, pero solo para bailar, ya que después de la milonga nos los quitamos y los guardamos de nuevo, como joyas que son. Hacemos esto para que no se estropeen con la lluvia o se desgasten mucho con suelos poco agradecidos, en definitiva, que no se estropeen y duren más, porque cuando hablaba de joyas, es que son como tales y valen su peso en oro: entre 100 y 200 euros el par, que en mi opinión, es más que exagerado.
Mientras estás con los zapatos de calle en la milonga, nadie te saca a bailar, así que es perfecto cuando quieres estar un rato saludando, tomando algo o charlando antes de bailar. En el momento en que te pones los zapatos, es como bajar la bandera... todo el mundo sabe que estás lista para la carrera.
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