Hablo de una milonga de la
capital, situada en dos centros, uno de ellos, el de la ciudad. Hablo de dos
milongas, en el mismo lugar, a la misma hora.
Hablo de una sociedad, que queriendo o sin querer: agrupa, separa, divide. Hablo
de una milonguera no lugareña que un día, resignada, exclama: "ya me
habían dicho que en Madrid, si no contratas a un bailarín para que baile
contigo, no bailas".
Seguro que se me quedó cara de
bobalicona al oír semejante disparate. Tomé un sorbo de mi refresco y le pedí que me contara porqué había llegado a tal
conclusión. Me dijo que porque ella no había conseguido bailar con nadie a parte de los amigos locales con los que había ido a la milonga. Quizás fue por otros motivos: falta de experiencia, desconocimiento del cabeceo, el hecho de que era mujer y no de las más jóvenes y un montón de razones más. Sin embargo, me quedé pensando ya había oído a más gente forastera asegurar que en Madrid no era fácil bailar.
Creo que se debe a esa milonga en particular, en la que puede que se hayan creado perjuicios originados por el miedo, y la falta de comunicación,
y que de alguna manera son palpables incluso para la gente de fuera. Hay un factor cultural importante, ya que dicen que el cambio y lo desconocido son rosas con espinas para la mayoría de los españoles, y creo que en la milonga, eso se palpa.
Algunos milonguero locales, de los no tan
jóvenes, confiesan que es cierto que en esa milonga hay dos milongas en una: los jóvenes por un
lado, bailando entre ellos; los algo menos jóvenes, bailando también entre
ellos porque dicen que los jóvenes solo quieren bailar entre ellos. Sacan una
conclusión que a lo mejor no es muy acertada.
Es cierto que por lo general el
nivel de baile entre los más jóvenes es algo superior al de los otros; es
cierto que la gente va a la milonga a disfrutar y por tanto a bailar con gente
con la que disfruta bailando, es decir, gente más o menos de su nivel de baile. Pero la edad no es
o no debería ser un factor condicionante para bailar con alguien o no, sino tan solo la forma de bailar, el abrazo y sobre todo la conexión entre dos personas, es decir, tener piel. Y para eso no hay edad que valga, como tampoco lo hay para el amor.
Quizás si los no tan jóvenes perdieran el miedo y se animaran a cabecear a los otros, se esforzarn un poquito más por mejorar en lugar de conformarse con su técnica, sería un primer paso para que las dos milongas se conviertan de nuevo en una sola. También ayudaría una pequeña dosis de humildad, ya que algunos creen ser estupendos bailarines solo porque hace más tiempo que bailan, e incluso alguno osa dar lecciones a aquellos que no tienen tanta experiencia, y que muchas veces, encima bailan mejor que ellos.
También ayudaría que los más jóvenes hicieran un
esfuerzo también, dejaran perjuicios a un ladao y se animaran a bailar de vez en cuando con los no tan jóvenes. Aquí también la pequeña dosis de humildad sería efectiva ya que por aprender más rápido y por ser más
joven no se baila mejor, ni técnica y musicalmente hablando, ni se tiene un mejor abrazo. Hay que tener en cuenta que la experiencia es una gran maestra.
Doy fe de
que en las dos milongas hay gente fantástica y buenos milongueros, pero para descubrirse mutuamente hay que dar un gran paso que empieza por frenar al miedo y dar paso a la comunicación. Dicen que quien nada arriesga, nada gana... y creo que los madriles se están perdiendo grandes descubrimientos, en forma de grandes abrazos.
Aunque este artículo tenga ya sus meses, lo voy a aprovechar para pedirte una recomendación. Por lo que leo conoces las milongas de Madrid y a Madrid voy los días de este fin de año y ya que estoy allí me gustaría asistir a alguna milonga. Según vi en Internet en Madrid se celebran milongas todos los días de la semana en diferentes locales y me gustaría, si no es mucho pedir, que me recomendases alguna que conozcas y en la que pueda bailar y disfrutar, habida cuenta de que no conozco nadie allí.
ResponderEliminarGracias de antemano y abrazos milongueros.
Hola David, es algo tarde para responderte porque andarás por Madrid, pero creo que no soy la persona más indicada para recomendarte porque hace mucho que no milongueo por allí. ¡Disfruta y descubre! :-)
EliminarSe descubrió, se bailó y se disfrutó en una pequeña milonga que encontré en la Casa de Aragón. Pequeñita y familiar, como las de Cádiz. xD
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