El nombre de este blog no tiene mucho sentido para aquellos que nunca han
asistido a una milonga, ni conocen lo que es. Por esta razón, me parece que la
mejor idea es explicarlo primero.
La milonga es un género musical, cuyas letras suelen ser
picarescas, que como el tango, tiene un compás de 2/4 o de 4/4 en el cual las 8
corcheas que lo forman están distribuidas en 3 + 3 + 2 mientras que el tango es
un ritmo algo más homogéneo. Para los que no entienden de música, la milonga es
como un tango, pero más rapidito y muy divertido.
Hay un dicho popular que dice “no me cuentes milongas” que se
utiliza cuando alguien quiere decirle a otra persona que no le cree, que le está
contando una historia inventada o mentira.
La cocaína también se llama popularmente milonga, pero no entiendo
porqué, así que os invito a que aportéis la razón si la sabéis.
La milonga es también el lugar donde los amantes del tango nos
reunimos a bailar tangos, milongas y valses criollos. Supongo que ahora
entenderéis el título de este blog.
Los tangos, milongas y valses
criollos se bailan en tandas de tres o cuatro temas seguidos del mismo género
(3 tangos, 3 milongas, 3 valses), separadas por otros temas de otro género
musical, generalmente música ligera, a los que llamamos “cortinas”. Las cortinas
no se bailan, sino que sirven para saludarse, despedirse y buscar nueva pareja
de baile. Sin embargo, hay milongas en las que a veces se bailan, otras veces
ni las hay, y otras veces la cortina es una chacarera, género musical del
folklore argentino y que muchos bailarines de tango conocen y bailan.
Interesante mencionar que las tandas se ordenan por época, género y temática
(tangos clásicos, modernos, de un tipo de cantante o compositor u orquesta),
por lo que musicalizar una milonga tiene dificultad y requiere mucho
conocimiento musical.
Las milongas suelen ser bares,
salas de fiesta, clubes, donde hay una pista central y mesas colocadas
alrededor. Hay todo un código a la hora de bailar y comportarse en la milonga.
Tradicionalmente es el hombre el que invita a la mujer. Éste mira a la mujer
con la que quiere bailar y le “cabecea”, es decir, hace una pequeña señal
girando la cabeza de forma rápida y solo una vez, hacia la pista. La mujer
acepta y se dirige a la pista, donde se encuentra con el hombre, o bien no
acepta negando o mirando hacia otro lado. Es una buena forma de evitar momentos
incómodos. Sin embargo, he de decir que es más común en Argentina que en
Europa, y del resto del mundo poco se porque todavía no he conocido muchas
milongas en otros continentes. Existen milongas en las que las mujeres también
invitan a los hombres, pero no es lo habitual.
Como las tandas son de 3 temas,
estas se bailan siempre con el mismo bailarín, y es en la cortina cuando se
cambia de pareja. Se considera grosero el no terminar de bailar una tanda con
la pareja, pero a veces, simplemente es necesario. Ya os explicaré estos casos
mejor en otra entrada del blog y lo entenderéis. Solo deciros, que tal y como
observan en Wikipedia, las reglas sociales del
baile son muy variadas y sociológicamente complejas y llevarían un espacio
mucho mayor para ser descritas en detalle.
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