La cuestión es definir un buen abrazo. Por un lado quizás deba ser agradable, firme y controlado. Pero luego están los factores subjetivos, que dependen de lo que cada uno entiende por un buen abrazo. Me xplico: te puede gustar un buen abrazo, pero no ese abrazo en particular; te puede gustar un abrazo no tan bueno, sólo por quien te abraza; y lo siento, pero hay abrazos que no nos gustan a nadie, porque incomodan, impiden disfrutar de la música, y a veces, hasta hacen daño.
Os cuento mi experiencia: por mucho tiempo fui de las que se colgaban en mi pobre pareja y le pesaba toneladas a pesar de ser más bien poquita cosa, luego me fueron corrigiendo ese abrazo horrible que tenía. Tuve un tiempo en el que no era capaz de mantenerme en mi eje ni de casualidad (ahora me ocurre solo de vez en cuando, pero sigo trabajando en ello). Y ahora estoy en esa fase de darme cuenta de que rompo el abrazo con mucha facilidad, y tengo que trabajar en la conexión. Pero os voy a ser muy sincera: como en la vida, cuesta trabajo, y mucha paciencia.
El abrazo no depende del tiempo que llevas bailando. Yo particularmente he bailado con gente que después de años milongueando todavía no sabia abrazar (que te guste o no su abrazo es otra cosa), y con principiantes que abrazaban de maravilla, así que supongo que además de que te enseñen o no, hay un factor innato que ayuda mucho.
Sentir la música, creo que la sentimos todos los que vamos a la milonga. Bailar a ritmo es otra cosa, ya que no todo el mundo lo consigue, y la musicalidad también es otra cosa muy distinta. Un bailarín puede ir a ritmo, pero bailar todo igual, sea el tema que sea. A veces, este tipo de bailarines puden aburrir a la mujer un poco. Y para que no se entienda mal, aclaro: un bailarín puede ir a ritmo y sin embargo jugar con la música e interpretarla. Hay bailarines que solo caminando, hacen contratiempos, hacen paraditas, juegan con la música sin hacer figuritas ni coreografías, y estos no aburren en lo más mínimo. El tango es un género musical que si tiene algo de increíble es precisamente eso: el juego que da a la hora de interpretar la música. Creo que es lo que en el fondo nos vuelve locas a las mujeres, sobre todo, si esa forma de interpretar la música es compartida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario