Me quedó claro como el agua el mensaje: hay que aprender a recharzar invitaciones.
No solo estoy intentando seguir los consejos de
estos dos buenos amigos, sino que estoy aprendiendo a seleccionar la
música que me apetece
bailar y con quien quiero bailarla. Lo que es más, a darme cuenta de
que hay milongueros con los que disfruto bailando ciertas orquestas pero
con los que nunca bailaría otras. Y no pasa nada, es normal. Aceptarlo
por ambas partes, también debería serlo. Creo que de esta forma es más
fácil poner además del corazón, el alma. De esta manera, habrá ocasiones
en las que la magia de un tema se fundirá en un abrazo, y entonces el
último compás llegará a su fin mientras dos personas suspiran y tiemblan
de emoción.
No cabe
duda de que en el aprendizaje del tango hay tantas etapas como lecciones
seas capaz de
aprender, al igual que ocurre con la vida, en la que tu madurez y tu
actitud también se ven reflejadas al bailar y en el comportamiento en la
pista de baile: al fin y al cabo somos lo que somos, dentro y fuera de
la milonga.
En este momento, en
el que no he llegado ni a un cuarto del camino con respecto al
aprendizaje del tango, acabo de salir de lo
que casi fue una etapa kit-kat, por no llamarla crisis milonguera. En
ella me replantee muchas cosas, como por ejemplo si volver a tomar
clases era una buena idea o no, si me iba a dedicar a solo
milonguear, o a
poner banderitas en las cimas de las montañas. Pero ya he tomado una decisión: seguiré bailando tango porque es un amor al que no voy a abandonar, pero el tiempo que le dedique será menos y de más calidad, no solo en cuanto a milongas a las que asisto, sino también
en cuanto a los milongueros con los que bailo.
A partir de ahora, gran parte de mi tiempo libre lo dedicaré a otros amores como son la familia y los amigos de siempre, a los que últimamente no he dedicado tanto tiempo como solía hacer, y a mis otras aficiones, como son los paseos por el monte, la fotografía, los trabajos manuales... y escribir en este blog. :-)
Y que no lo dejes, el blog. Me encanta.
ResponderEliminarAbrazos milongueros.