miércoles, 18 de marzo de 2015

Cuando sales de la zona de confort

Sonaba un tema del año 42 llamado Al Compás del Corazón, de la Orquesta Miguel Caló con Raúl Berón como vocalista cuando lo vi bailando, concentrado, entregado al abrazo y a la música. Me sorprendió verle bailar aquel tema, porque de alguna manera me parecía que no pegaba con él, con lo que conocía de él, con su forma de bailar. Yo seguramente no habría bailado con él una tanda de Caló porque ya lo tenía encasillado en otro ritmo, otra orquesta.

Es bastante común entre milongueros bailar con las mismas personas las mismas orquestas, o los valses o las milongas, encasillando a un milonguero en un estilo o una orquesta. Nos encerramos en nuestra zona de confort elegida en cuanto a bailarines con los que nos gusta bailar y en cuanto a qué nos gusta bailar con ellos. Preferimos ir a lo seguro y disfrutar, que arriesgarnos y decepcionarnos. Pero aunque son etapas, y eso no ocurre siempre, sí es más habitual en las milongas locales.Y está bien, es una elección, pero también es cierto que quedarte relajado en tu zona de confort a veces te hace perder experiencias increíbles.

A mí me sucedió poco tiempo después, cuando yo estaba en una de esas etapas en las que nadie te saca de tu zona de confort fácilmente en las milongas locales, e iba a lo seguro siempre: mis dos o tres tanditas a gusto y luego, para casa. Pero la verdad es que el ver bailar a este chico aquella tanda de Caló fue como darme un toque de atención y decidí experimentar de nuevo. El resultado fue que aunque terminé bailando un montón de tandas por bailarlas, sin disfrutarlas apenas, descubrí a un chico con el que me encantó bailar milonga. Eso sí, después de aquello, volví a entrar en mi zona de confort, pero con uno más en la lista para bailar milongas... ¡no tengo remedio!

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