jueves, 5 de junio de 2014

La fusión de un abrazo

"Ayer bailé con otra chica...". Me quedé sorprendida al oírlo. Una declaración espontánea y a vez muy cierta. Era yo, aunque más bien una versión de mi misma en ese estado tembloroso, tenso y con la energía bien revuelta, esa que no impide fundirse en el abrazo, aunque sí entregarse a él. En estos casos nada se puede hacer salvo intentar relajarse, pero aún así, es cuestión de energías, de un equilibrio entre la energía de dos seres que se abrazan. Y si uno de los dos no está en equilibrio, la magia no se da.

En otra ocasión, tras un fin de semana bailando con un amigo en varias ocasiones, lo hice por última vez en una tarde de domingo. Son las milongas que más me gustan porque son de día, el ambiente es más relajado, estoy más descansada y a la vez con esa certeza de que a lo bueno le quedan los minutos contados y quieres disfrutar y entregarte como nunca para irte con el mejor de los recuerdos. Bailamos varias tandas seguidas y ya desde el primer momento sentí que la conexión con él era más intensa. Pero fue durante la segunda tanda que ambos lo sentimos... y le oí decir algo así como "ahora lo siento.. ahora estamos conectados", y esa magia que te une a la otra persona totalmente, donde la energía, el movimiento y el abrazo es uno solo, surgió. Creo que pocas veces he conseguido una fusión a ese nivel.

He pensado mucho en ello, porque en realidad es lo que hace del tango algo tan especial y lo que en el fondo, una vez que lo has sentido, lo buscas con desesperación, como una droga. Y también he pensado en ello porque es una fusión íntima, que algunos no comparten y reservan solo para su pareja, otras veces no se comparte porque no se puede, bien porque no se consigue el nivel de relajación y entrega suficiente para conectarse o bien porque se requiere alcanzar un nivel de baile específico para ello. Creo que la unión en el abrazo se consigue de forma rápida; la unión sincronización musical también; pero esta unión en la fusión del movimiento a un nivel que sientes que no sois dos sino uno solo, incluso para respirar y sentir... eso es otra cosa.Y me vuelve loca, me encanta.

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