martes, 22 de agosto de 2017

Lo que tiene que hacer una milonguera para bailar

En una milonga llena de mujeres, una suele pasar cierto tiempo sentada, charlando o simplemente observando. A veces, una oye conversaciones alrededor sin querer. Una de esas veces escuché a dos chicas hablando sobre una chica sentada sola y un milonguero que según ellas, le miraba porque quería bailar con ella. Se aburrían, no cabe duda. Yo también, así que saqué el traje de cotilla, y escuché cómo retransmitían el "partido" que ellas veían en su imaginación, y he de reconocer que aquello me inspiró para escribir esta entrada.

Las dos estaban de acuerdo en que ella, con su actitud, ni estaba interesada en él, ni estaba interesada en que nadie la invitara a bailar. Llegaron a esta conclusión porque ella no sonreía, no paraba de mirar al suelo, al refresco que tenía sobre la mesa, o a todos los lados, pero sin fijar la mirada demasiado tiempo en ningún milonguero o lugar, y además, jugaba con el borde del mantel de la mesa. Según ellas, si algún milonguero intentaba cabecearla, se iba a encontrar en una misión imposible. Estaban de humor, y tan aburridas que incluso apostaron una cerveza a que no la verían bailar en toda la noche. Casi me dieron ganas de participar en la apuesta: hubiese apostado al NO.

Para bailar hay que tener actitud:

Es importante sentirte cómoda contigo misma, con tu ropa, tus zapatos, el ambiente, la gente, y si no es así, haz lo que sea para conseguirlo.

La suerte se busca, no se espera: una opción recomendable es levantarte de vez en cuando de tu silla/mesa y moverte a otros lugares.

Socializar también ayuda: se puede charlar con la gente que tienes cerca, una vez que la tanda está empezada y no tienes pareja para bailar, o ir a la barra a tomar algo, ya que un lugar donde la gente es más propensa a relacionarse.

Ubicarte bien multiplica tus opciones: colocarte detrás de una columna no ayuda, quizás si te pones de pie en lugares estratégicos, aunque no tiene porqué ser cerca de la pista, pero sí en un lugar en el que puedas observar, mirar y sonreír a los milongueros con los que te gustaría bailar.

Elige: no olvides que tú eliges también con quién quieres bailar. Una vez marcados tus objetivos (milongueros con los que te apetece bailar), mírales unos segundos mientras les sonríes, así sabrán que estás abierta a aceptar una invitación. Luego, lo más probable es que alguno de ellos te cabecee si también quiere bailar contigo, y si no, ¡recuerda que el mar está lleno de peces!

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