lunes, 17 de noviembre de 2014

Como quinceañeras

La razón no la se, pero la intuyo.

Me intrigan algunas milongueras, que a pesar de tener sus cincuenta o sesenta primaveras, siguen poniendo todo su empeño vestir como quinceañeras cuando van a la milonga. Algunas van con ropa interior y encima de ella, una remera de red que no deja nada a la imaginación; otras van con minifaldas o remeras largas con tan solo unas medias debajo, que al bailar se suben hasta enseñar alguna zona íntima de su cuerpo; otras, se ajustan vestidos que marcan hasta los lunares.

Supongo que visten así para sentirse sexys y guapas, esperando que los milongueros también las vean así y las inviten más a bailar. Sin embargo, lo que no saben es que no por enseñar más, una mujer es más femenina y sexy. A estas mujeres, desgraciadamente, nadie les a dicho que esa ropa que tanto les gusta ponerse no es lo que mejor les sienta, ni es sexy, sino que más bien proyecta una imagen poco elegante, a veces incluso vulgar, y que contrariamente al efecto que quieren provocar, causa rechazo en muchos milongueros. Y esto también se aplica a milongueras con muchísimas menos primaveras que se ponen ropa que poco o nada les favorece o que enseña demasiado y con poco gusto.

Está bien que una mujer no tenga complejos, se acepte y se sienta guapa con lo que sea, y también que quiera parecer lo más femenina posible. Sin embargo, hay chicas que no son elegantes porque no saben serlo. Se dice que con la elegancia se nace, pero yo creo que también se aprende, y que por tanto, todo tiene solución. Quizás lo que a alguna de estas mujeres le falta es una segunda opinión de alguien que le aprecie: su pareja o a una amiga o asesoramiento de un personal shopper con respecto a la forma de vestir, para comprobar que realmente va tan guapa como ella desea. Claro que esto no es fácil, ya que en España, quizás por cultura, la sinceridad con respecto a estos temas suele brillar por su ausencia: todo aquello que puede producir una falta de aceptación o un conflicto es algo que no gusta, y decirle a alguien que lo que se pone no le queda bien, es tema de conflicto sin lugar a dudas, al menos en la mayoría de los casos.

2 comentarios:

  1. Hola, buscando información sobre el uso del cabeceo, que me comentaron en la última milonga y que yo no había visto ni practicado nunca, di con este blog, en el que además de despejar mis dudas he encontrado información útil, valiosa y sobre todo escrita con un estilo muy agradable de leer. Gracias y felicidades por el blog.

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  2. Gracias David. Un abrazo milonguero. :-)

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