lunes, 2 de marzo de 2015

Aprendiendo de milonguera: cuando una ser arma de valor (PARTE VIII... y última)

Me quedó claro como el agua el mensaje: hay que aprender a recharzar invitaciones.

No solo estoy intentando seguir los consejos de estos dos buenos amigos, sino que estoy aprendiendo a seleccionar la música que me apetece bailar y con quien quiero bailarla. Lo que es más, a darme cuenta de que hay milongueros con los que disfruto bailando ciertas orquestas pero con los que nunca bailaría otras. Y no pasa nada, es normal.  Aceptarlo por ambas partes, también debería serlo. Creo que de esta forma es más fácil poner además del corazón, el alma. De esta manera, habrá ocasiones en las que la magia de un tema se fundirá en un abrazo, y entonces el último compás llegará a su fin mientras dos personas suspiran y tiemblan de emoción.

No cabe duda de que en el aprendizaje del tango hay tantas etapas como lecciones seas capaz de aprender, al igual que ocurre con la vida, en la que tu madurez y tu actitud también se ven reflejadas al bailar y en el comportamiento en la pista de baile: al fin y al cabo somos lo que somos, dentro y fuera de la milonga.

En este momento, en el que no he llegado ni a un cuarto del camino con respecto al aprendizaje del tango, acabo de salir de lo que casi fue una etapa kit-kat, por no llamarla crisis milonguera. En ella me replantee muchas cosas, como por ejemplo si volver a tomar clases era una buena idea o no, si me iba a dedicar a solo milonguear, o a poner banderitas en las cimas de las montañas. Pero ya he tomado una decisión: seguiré bailando tango porque es un amor al que no voy a abandonar, pero el tiempo que le dedique será menos y de más calidad, no solo en cuanto a milongas a las que asisto, sino también en cuanto a los milongueros con los que bailo. 

A partir de ahora, gran parte de mi tiempo libre lo dedicaré a otros amores como son la familia y los amigos de siempre, a los que últimamente no he dedicado tanto tiempo como solía hacer, y a mis otras aficiones, como son los paseos por el monte, la fotografía, los trabajos manuales... y escribir en este blog. :-)

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