jueves, 25 de julio de 2013

El porqué de las chaquetas

Bailaba, mientras sentía cómo los rayos del sol templaban mi piel. El calor invadía aquel salón con amplia cristalera y vistas al mar que dejaba disfrutar de un atardecer precioso. Todo un lujo.

Después del primer tango ya sentí que mi temperatura corporal subía y no solo por el efecto del baile, sino porque en aquel salón cada vez hacía más calor. A veces me paso de espontánea, y en ese momento, en que yo lucía un vestido de tirantes y aún así me sentía como un pollo dando vueltas en un horno, exclamé que no entendía cómo había hombres capaces de bailar con camisa de manga larga y chaqueta encima de ella. No lo decía porque no supiera la razón, sino más bien porque a pesar de saberla, no me imaginaba a mí misma vestida así sin desfallecer por el calor.

Creo recordar una sonrisa en su cara y me dio la explicación que creyó que yo esperaba: que los hombre se ponen camisa y chaqueta encima (y puntualizó que muchos de ellos lo hacen solo para bailar), para no desagradar a la mujer sometiéndola a la incomodidad de poner la mano sobre la camisa transpirada. Sonreí y le di las gracias por la explicación, ya que confirmaba lo que en parte ya sabía. Pero aprendí que hay hombres que se la ponen solo mientras bailan, y que luego se la quitan: ¡y yo que pensaba que lo hacían para parecer más elegantes!¡Qué caballeros! Las mujeres hacemos todo lo contrario: al estar sentadas más tiempo nos cubrimos para no pasar frío y luego nos destapamos para bailar. Eso sí: a ellos les encanta.
 
Puede que en otros países se estile más esa costumbre de ponerse la chaqueta para bailar, por etiqueta quizás, pero en el mío no tanto, y es o bien porque creen que eso de la caballerosidad es cosa de otra época, o bien porque nosotras hacemos lo mismo, o bien porque lo más práctico es no ponérsela para tener así más libertad de movimiento. Están guapos con chaqueta, pero yo los prefiero sin ella porque a parte del episodio de los faros de mi vestido, me gusta sentir su espalda, acceder al musculito listo. Además, no se porqué extraña razón, hay una parte consciente de mi pensamiento que aunque rechazo está ahí presente: asocio la chaqueta a los hombres que aprietan, que no disocian, que lo bailan todo igual... ¿porqué será? ¡esto es de médico!

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